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Lesión del tendón de Aquiles relacionada con la carrera: estudio biomecánico prospectivo en corredores recreativos

Revisión escrita por Dr Carlo Wood info

Puntos clave

  1. Una rodilla más flexionada en el momento del contacto inicial y en la fase intermedia de la carrera fueron predictores significativos de la aparición de dolor en el tendón de Aquiles (AT).
  2. Los resultados indicaron que un aumento de 1 grado en la flexión de la rodilla en el momento del contacto inicial y en el mediopié se asociaba con un aumento del 15% en el riesgo de desarrollar una lesión AT.
  3. Esto provoca una limitación en el entrenamiento o un parón en la carrera.

ANTECEDENTES Y OBJETIVO

El dolor en el tendón de Aquiles (AT) se produce en el 22% de las lesiones relacionadas con la carrera. Se cree que la sobrecarga es la causa, con más dorsiflexión y eversión en la fase de carga. Otro problema asociado es la flexión de la rodilla. Sin embargo, esto demuestra resultados inconsistentes en estudios transversales y retrospectivos y crea dificultad para entender si la biomecánica del tobillo y la rodilla son la causa o la consecuencia. La literatura carece de estudios prospectivos de calidad para determinar los factores asociados a la lesión del AT.

Este estudio pretendió determinar si las variables biomecánicas estaban relacionadas con la incidencia de dolor AT durante un año en corredores de bajo volumen.

El dolor en el tendón de Aquiles se produce en el 22% de las lesiones relacionadas con el running.
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Fortalecer el glúteo mayor y reentrenarlo para conseguir una inclinación de 10º hacia delante, llevará la rodilla hacia atrás, disminuyendo el brazo de momento externo y la tensión sobre el AT.

MÉTODOS

En el estudio participaron 108 corredores. Se excluyó a los participantes con lesiones previas o que corrían más de 51 km a la semana. Se incluyeron corredores de entre 18 y 65 años. Durante un año se recogieron datos semanales sobre la incidencia de lesiones. Una lesión del AT relacionada con la carrera se definió como un dolor en la región del AT que requería evaluación médica o que provocaba una interrupción o modificación de la carrera. Se registraron la cinemática y la cinética de la carrera sobre el suelo de las extremidades inferiores. Se analizaron los ángulos articulares de las extremidades inferiores en el contacto inicial y en la posición intermedia. Se analizaron los valores máximos de los ángulos articulares en el plano sagital.

RESULTADOS

Una vez completado el periodo de evaluación de 1 año por 103 (95%) de los 108 participantes, se incluyó en el análisis. 18 participantes (17%) informaron de dolor AT en ambas extremidades inferiores; ocho participantes (8%) informaron de dolor AT sólo en la extremidad inferior derecha; y cinco participantes (5%) informaron de dolor AT sólo en la extremidad inferior izquierda durante el periodo de evaluación de 1 año. Un 37% de hombres y un 25% de mujeres, con una edad media de 35 años, declararon haber sufrido una lesión de AT. Los datos biomecánicos indicaron que los corredores con dolor en el AT presentaban una dorsiflexión máxima del tobillo significativamente mayor durante la fase de apoyo, una rodilla más flexionada en el contacto inicial y una mayor flexión máxima de la rodilla en el apoyo intermedio. Los resultados indican que una mayor flexión de la rodilla en el contacto inicial y en la fase intermedia son factores predictivos significativos de la aparición de lesiones del AT (véase la figura 1).

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LIMITACIONES

  • Las lesiones AT no se diagnosticaron clínicamente, sino que se utilizó un cuestionario semanal.

  • No se tuvo en cuenta la acumulación de exposición ni la aparición de lesiones.

  • Sólo se evaluó la biomecánica de la extremidad inferior derecha.

  • Otra limitación es que no disponen de un análisis biomecánico de la carrera por fatiga.

  • Además, sólo analizaron la biomecánica de la carrera con calzado neutro estandarizado de laboratorio. No se controló el calzado con el que corrieron los participantes durante el seguimiento de 1 año.

  • Una última limitación es que no disponían de información sobre si la biomecánica de carrera de los participantes podía haber cambiado durante el seguimiento de 1 año.

IMPLICACIONES CLÍNICAS

El objetivo principal del artículo era determinar la incidencia del dolor AT y sus factores de riesgo biomecánicos. Los autores observaron una incidencia del 30% en un periodo de 1 año y afirman que sus resultados son superiores a los de otros estudios (7-22%) (1-5). Consideran que puede deberse a la inclusión de corredores que corrían en condiciones accidentadas.

Los participantes que desarrollaron dolor en el AT corrieron con más dorsiflexión del tobillo y flexión de la rodilla durante la fase de apoyo. Sin embargo, sólo la flexión de la rodilla fue un factor de riesgo significativo asociado al desarrollo de dolor en el AT.

Los autores explican que el aumento de la flexión de la rodilla podría atribuirse a la relación longitud-tensión del gastrocnemio. Las capacidades de generación de fuerza del gastrocnemio son mayores en extensión completa de la rodilla. Esto puede significar que, si un corredor entra en mayor flexión de rodilla y dorsiflexión de tobillo, la relación fuerza-longitud para la capacidad de generar fuerza máxima en el gastroc se vuelve desventajosa y, por tanto, el sóleo puede asumir un mayor papel para la generación de fuerza.

En el pasado se ha debatido que las fibras más profundas del tendón derivan del sóleo y son las que con más frecuencia constituyen el problema en el dolor AT, especialmente en lo que respecta a la variedad insercional. Este estudio apoyaría esa teoría.

Los autores señalan que otra causa principal del desarrollo del dolor AT es el mayor brazo de momento externo en la rodilla (distancia entre el vector de la fuerza de reacción del suelo y el centro de la articulación de la rodilla situado anteriormente) en comparación con los corredores que no desarrollaron dolor AT.

Un aspecto que no se menciona en el estudio es la posición del tronco. Un tronco erguido demostrará una estrategia de rodilla frente a una inclinación del tronco hacia delante que demuestra una estrategia de cadera. Fortalecer el glúteo mayor y reentrenarlo para conseguir una inclinación de 10º hacia delante llevará la rodilla hacia atrás, disminuyendo el brazo de momento externo y la tensión sobre el AT.

+Referencia del Estudio

Skypala J, Hamill J, Sebera M, Elavsky S, Monte A, Jandacka D (2023) Running-Related Achilles Tendon Injury: A Prospective Biomechanical Study in Recreational Runners. J Appl Biomech, 39(4), 237-245.

REFERENCIAS DE APOYO

  1. Hein T, Janssen P, Wagner-Fritz U, Haupt G, Grau S. Prospective analysis of intrinsic and extrinsic risk factors on the development of Achilles tendon pain in runners. Scand J Med Sci Sport. 2014;24(3): 201–212
  2. Messier SP, Martin DF, Mihalko SL, et al. A 2-year prospective cohort study of overuse running injuries: The Runners and Injury Longitudinal Study (TRAILS). Am J Sports Med. 2018;46(9):2211– 2221
  3. Kluitenberg B, van Middelkoop M, Smits DW, et al. The NLstart2run study: incidence and risk factors of running-related injuries in novice runners. Scand J Med Sci Sports.
  4. Nielsen RØ, Rønnow L, Rasmussen S, Lind M. A prospective study on time to recovery in 254 injured novice runners. PLoS One. 2014;9(6)
  5. Lagas IF, Fokkema T, Verhaar JAN, Bierma-Zeinstra SMA, van Middelkoop M, de Vos R-J. Incidence of Achilles tendinopathy and associated risk factors in recreational runners: a large prospective cohort study. J Sci Med Sport. 2020;23(5):448–452.